En la  Escuela de Tábatha, somos conscientes de que vuestras ganas de aprender y dominar el mundo de la repostería, son infinitas. Por eso, hoy, queremos hablaros de uno de los ingredientes más utilizados y capaz de dar mucho más juego del que a priori se presupone.  El azúcar.

En este post os contamos todo sobre este protagonista indispensable y te descubrimos cuáles son sus funciones y propiedades dentro de la repostería. ¡Atent@s!

¿Sabes todo lo que el azúcar puede hacer por tus postres?

El azúcar puede darle cuerpo a nuestras elaboraciones gracias a sus pequeños cristales  que ese introducen en la grasa, como la de la mantequilla, creando pequeñas burbujas de aire.

Es capaz de acelerar la función de la levadura, por lo que esta mezcla, consigue que las masas suban más rápidamente y que además adquieran mayor cuerpo o volumen.

En seco o en agua, hay muchas maneras de caramelizar. Flanes, puddings y hasta salsas. Caramelizar es un técnica simple que nos ayuda a endulzar nuestras elaboraciones.

Otra de las propiedades que se le aplicada al mundo de la repostería, es la de suavizar las masas. ¿Cómo lo consigue? Retrasando la transformación en gelatina de los almidones. Y es que se trata de un inhibidor natural que evita el crecimiento del gluten.

Al igual que la sal, el azúcar es un conservante natural que se utiliza desde tiempos remotos. De hecho, los antiguos egipcios utilizaban la miel como parte del proceso de momificación. Mermeladas, almíbares, jaleas, conservas…Este ingrediente deshidrata los microorganismos, inhabilitándolos para que no se desarrollen o multipliquen.

En repostería, se utiliza el azúcar como un agente espesante. La cantidad de esta dependerá de la consistencia final deseada. En el caso de la  mermelada, la cantidad es lo suficientemente alta como para que también contribuya mucho a la consistencia.

Este ingrediente es capaz de evitar la oxidación de los sabores de las conservas, es decir, las frutas retienen durante mucho tiempo gran parte de su sabor original, e incluso, ese sabor se potencia.

Y es que debido a su alta solubilidad y viscosidad, aporta una textura diferente al alimento, más suave y untuosa que antes de conservarlo.

Es decir, es capaz de proporcionar una textura más fina al limitar el crecimiento del almidón.

¿Conocías todas las funcionalidades del azúcar aplicadas a la repostería? Déjanos tus comentarios …¡Estamos deseando leerte!